IP66+:
Hermeticidad integral
Todas nuestras luminarias están clasificadas como IP66 según la norma UNE-EN 60598, lo que quiere decir que son completamente herméticas: arena, polvo, insectos, suciedad de cualquier tipo, humedad, salitre... nada de esto puede penetrar su estructura polimérica. Varios dispositivos y un riguroso proceso de fabricación aseguran que dicha hermeticidad se mantenga en cualquier situación –incluso en climas muy lluviosos, como el tropical–, ofreciendo una protección absoluta de cada componente electrónico y elemento interno del farol.
En nuestras luminarias, además, la estanqueidad IP66 no se limita a la fuente de luz, como es habitual en el sector, sino que se extiende a toda la envolvente, incluyendo los difusores, lo que resuelve las manchas, opacidades y condensaciones que aparecen a causa de la penetración de agentes externos. Esta característica garantiza un rendimiento lumínico inalterable, alarga la vida útil de los productos y elimina los costes de mantenimiento y los fallos relacionados con la degradación de los circuitos. A dicha hermeticidad total la llamamos IP66+, y gracias a ella el interior de toda la envolvente permanece como nuevo años después de la instalación.
El sistema de acceso a la lámpara también contribuye a que la estanqueidad se mantenga estable incluso tras haber abierto la luminaria: este mecanismo consiste en un único cierre accionado manualmente, que no requiere ninguna herramienta adicional. Así, una vez terminada cualquier operación en el interior del farol y devuelto éste a su posición de funcionamiento, la hermeticidad no habrá disminuido lo más mínimo.
Como se ha mencionado, todos nuestros productos alcanzan la categoría IP66, fijada por la norma UNE-EN 60598. Este baremo clasifica las luminarias de acuerdo con el grado de protección que poseen contra el ingreso de cuerpos extraños. El primer 6 indica que el farol es hermético al polvo, y el segundo, que es capaz de soportar fuertes chorros de agua desde todas direcciones. Los laboratorios de pruebas y ensayos de ATP reproducen las condiciones climáticas más adversas para demostrar empíricamente la resistencia de los materiales y su estanquidad, y pueden certificar:
Protección contra la penetración de cuerpos sólidos: nuestros equipos superan pruebas con nubes en movimiento continuo de 2 kg/m³ de polvo de diámetro inferior a 75 µm.
Protección contra la penetración de líquidos: las luminarias ATP soportan proyecciones de agua de 100 kN/m² desde todos los ángulos.
Estas dos pruebas constituyen un estándar para cualquier conjunto de esta firma, lo cual fija unas cotas de fiabilidad no alcanzadas por ningún otro fabricante.
ATP fue el primero y sigue siendo el único fabricante que ostenta un grado de protección IK10 tanto para el fuste como para la puerta de registro, y una categoría IP66 para la envolvente columna-puerta, ambos certificados por AENOR. El exclusivo cierre hermético de la puerta de registro ATP impide el ingreso de cuerpos sólidos y la penetración de líquidos en la columna, lo que garantiza la protección total contra la electrocución y salvaguarda los componentes internos. Asimismo, el IK10 asegura la máxima resistencia a los golpes de toda la estructura del punto de luz: de hecho, fuste y puerta aguantan sin dificultad pruebas de impacto superiores a 50 julios, más del doble de lo establecido por la norma UNE-EN 62262 para obtener la categoría IK10.